CONCIERTO HOMENAJE A ROMÀ ALIS

FESTIVAL DE CLÁSICA 2020

HOMENAJE ROMANO ALIS

El próximo 27 de noviembre el Festival de Clásica 2020 de Academia 1830 quiere homenajear a uno de los compositores mallorquines más importantes del S. XX: Romà Alís interpretando su concierto para piano y cuerda Op 155. El programa incluirá también el concierto para piano nº 1 de Chopin, en versión de cámara, interpretado por el pianista Albert Díaz.

Viernes 27 de noviembre a las 19 h.
Auditorio Fundación Sa Nostra. Palma
Entradas: 15 €. Anticipada: 12 €. Estudiantes menores 18 años: 7 €
Venta on line: www.giglon.com

 

El compositor mallorquín Roman Alís es el compositor más importante de la segunda mitad del S. XX y hoy queda olvidado. Su vocación musical surge en Barcelona en 1947, alentada por el movimiento cultural de esta ciudad, inexistente en el resto de poblaciones en las que había desarrollado su vida anteriormente. Paralelamente a sus estudios musicales en el Conservatorio Superior Municipal de Música de Barcelona, ​​en el lado de maestros como Luis María Millet, Joan Gibert Caminos, Joan Pich Santasusana, Joaquín Zamacois y Eduard Toldrà, la música ligera adquirió una gran importancia en los inicios de su carrera. Intérprete, director, arreglista y compositor, trabajó para big bands, editoriales, casas discográficas y la radio. Esto, sin duda, no hubiera sido posible sin su espontánea facilidad para la creación, que le hizo componer un gran número de obras desde el primer momento.

Tras su traslado a Sevilla en 1960, obtiene al año siguiente el Primer Gran Premio de Composición en el Concurso Internacional de Divonne-les-Bains celebrado en París. En él es homenajeado por la organización, el jurado, la prensa y la Radiotelevisión Francesa, y pudo conocer personalmente a músicos de la talla de Olivier Messiaen, René Leibowitz, Jean Rivier y Louis Aubert. A los pocos meses se traslada pensionado en Divonne-les-Bains, localidad muy cercana a Ginebra (Suiza), y estreno la Symphonie de chambre, Op. 27 (1962) para orquesta de cámara. Posteriormente, en su etapa de catedrático de Contrapunto y Fuga de Conservatorio de Sevilla, es reconocido como figura relevante en la vida musical sevillana, donde estrena un gran número de obras.

A partir de 1968, después de fijar su residencia en Madrid, la figura de Román Alís, se amplía en el panorama artístico nacional e internacional. Para el aula del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, como Profesor de Composición, han pasado numerosas promociones de alumnos que actualmente ocupan destacados puestos en la vida musical española. En estos años colabora igualmente como comentarista, orquestador y compositor en el mundo del disco, la radio, el cine y la televisión.

Aproximándose a la obra de Roman Alís, nos encontramos ante una de las mayores producciones musicales españolas de la segunda mitad de siglo XX; desde su variada obra para piano, hasta otra quizás más ambiciosa como Los salmos cósmicos (1969), para 4 coros mixtos 2 grandes orquestas, Roman Alís ha escrito para las más diversas formaciones instrumentales. Sus obras se caracterizan por un lenguaje absolutamente personal y rezuman una gran riqueza de ideas, trazadas bajo el dominio de una sólida técnica y una amplia formación musical además de bagaje experiencial que lleva consigo el autor. Roman Alís es un músico de entrañable personalidad humana, ética y estética, conseguida por la reflexión de su vida espiritual y cultural. Sus amplias melodías in crescendo son de una interválica muy singular, y su corpus musical se encamina hacia un neo impresionismo romántico expresionista que se traduce en una especial sonoridad surgida de su innata sensibilidad proyectada en la continua búsqueda de la de belleza.

Su conocido dominio de la orquestación nos ha ofrecido páginas de gran colorido y ductilidad, entre las que destacan, como las más entrañables para el propio compositor, las referidas en el oratorio Jesucristo en el desierto (1985) para barítono, coro mixto y orquesta. Por otra parte, el tratamiento de la voz en Canciones de la Rueda del Tiempo (1983), para soprano y orquesta de cuerda, nos acerca a un misticismo impregnado de ternura. Reconociendo como músico no vanguardista de pensamiento aperturista, valora todo lo positivo de la vanguardia y de aquellos que han podido demostrar su solidez ética y estética y que han sabido conjugar con la natural evolución de su propio tiempo.

Con un catálogo de más de 300 obras, esta grabación, aprovechando la interpretación del concierto para piano dentro del Festival de clásica 2020 de Academia 1830, quiere recuperar su figura musical y su obra.

La interpretación correrá a cargo del pianista y estudioso de su obra Academia 1830 y la orquesta Acadèmia 1830.

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